domingo, abril 26, 2009
Alta Traicción - José Emilio Pacheco
Enemigo Intimo - Antonio Gala
domingo, abril 12, 2009
Altri Tempi - Ana Emilia Lahitte
Las salas enfundadas como inmensas corolas. y un secreto soleado: / el país de los patios. (Se decía glicina, heliotropo, diamela, / como ahora se dice ADN, sidaico). Aquel cielo privado / con chicos y canarios y huertos y murales de macetas pintadas / era de veras cielo. (Entonces, lo ignorábamos). / Nunca imaginamos que lo fuese, hasta ahora, en que hemos / cumplido nuestros propios infiernos). Aquellos cielos / bajos, a ras de tierra, humanos. Todavía a salvo. Allí donde ser niño / era tener abuelos en la casa y amarlos, / dejándolos vivir libres de vaciaderos de viejos: / adiestrados espectros que siempre se demoran demasiado / en morir y dejar limpio el mundo, / que ya no tiene patios, ni destino, ni tiempo.
Ser niño era pedirles que nos dieran la mano, porque teníamos miedo. / Y volver a pedirles que nos contaran cuentos (que eran verdad, / ahora lo sabemos) Y llorar junto a ellos penitencias y encierros: / “había que educarnos”... (Se decía señor y plegaria / respeto, con limpio olor a incienso y a sopa obligatoria, / a almidones y ungüentos). / Se decía Maestro, y en el cuaderno único cabía el universo. / El padre, con arrestos de patriarca doméstico, “tenía autoridad” / y la madre dulzura, por amor o por tedio. / Lo cierto es que la casa nunca estaba vacía / (la mesa familiar, otra inútil reliquia) y la abuela, el abuelo / -una especie de puerto del buen regreso- / eran sencillamente viejos: con todos los derechos a morir / en su casa, en su cama, en su llaga, en su pulso, en su tiempo. / Sin adiós intensivo. Sin pactos terminales de abandono y silencio. / En fin, sólo fantasmas de cielos y otros tiempos.
Yo soy de allí - Mahmud Darwish
Yo soy de allí. Y tengo recuerdos. Nací como nace la gente. Tengo una madre y una casa con muchas ventanas. Tengo hermanos, amigos, y una cárcel con una fría ventana.
Tengo una ola que han raptado las gaviotas, un paisaje favorito, una hierba silvestre, una luna en los confines de la palabra, la subsistencia de los pájaros y un olivar inmortal.
He pasado por la tierra antes de que las espadas pasaran por un cuerpo al que convirtieron en mesa.
Yo soy de allí. Retorno el cielo a su madre cuando llora por su madre y lloro para que me reconozca la nube a su regreso.
He aprendido, para romper la regla, todas las palabras apropiadas en el tribunal de la sangre.
He aprendido todo el lenguaje y lo he deshecho para componer una única palabra: Patria…
domingo, abril 05, 2009
No quiero paz, no hay paz - Jaime Sabines
No quiero paz, no hay paz, / quiero mi soledad. / Quiero mi corazón desnudo / para tirarlo a la calle, / quiero quedarme sordomudo. / Que nadie me visite, / que yo no mire a nadie, / y que si hay alguien, como yo, con asco, / que se lo trague. / Quiero mi soledad, / no quiero paz, no hay paz.